Jugando al Póker
Sin importar qué tipo de Póker estemos jugando, este siempre comenzará con una ronda de apuesta, excepto que estés en el salón de la casa de aquel compañero del cole que se jactaba de haber jugado antes que cualquiera y con una baraja marcada para asegurar el camino del éxito.
La apuesta obligatoria o ciega, se abre cuando entre el grupo se fija la cifra adecuada. Esta se otorga de forma comunitaria y cada participante decide igualar, doblar o pasar. En jerga de Póker esto es, seguir adelante pese a las adversidades, morir o matar. Así de simple.
La mano vencedora
Después de la ronda de apertura o Bring-in, la acción comienza cuando se reparten las tarjetas con un orden específico, dependiendo del tipo de Póker que se esté jugando sobre la mesa. El bote total puede ser grande o pequeño, abierto o cerrado.
Antes de jugar debes saber que se juega por turnos y no está bien visto que te adelantes al compañero o desees aprovecharte de las circunstancias. El respeto al derecho de apostar es algo que los jugadores póker valoran más que cualquier otra cosa así que, más te vale ser educado.
Acciones a realizar
Cada jugador puede pasar, apostar o retirarse con cada ronda de apuestas. En el caso de lo primero, el usuario pasa cuando no hay apuestas en la ronda actual y deberá actuar la siguiente persona en la mano de la dirección de las agujas del reloj.
Apuesta, se puede apostar cuando otro cliente no ha apostado en la ronda actual o se retira cuando se renuncia al as cartas y se puede actuar en otra mano. Igualar o subir, esto dependerá de la mano actual de cada jugador, siempre en lo referido a la apuesta inicial.
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